La dureza de la pandemia actual no puede hacernos olvidar el gran reto que aguarda a la humanidad a corto plazo, que es el cambio climático.
Tristemente, la crisis de la covid-19 se está llevando innumerables vidas y dejando un desolador paisaje social y económico. Tendrán que pasar años para poder analizar y valorar sus profundas consecuencias. Una crisis es un proceso complejo que, sin embargo, puede resumirse en la concurrencia de dos elementos. El primero es el desencadenamiento de una o más contingencias, de origen natural o antrópico. El segundo es la existencia de un colectivo o un sistema para el cual la contingencia supone una gran amenaza. Las mayores crisis son aquellas en las que se suman una contingencia de alta intensidad y un sistema muy vulnerable y poco resiliente.